Quien más y quien menos, por distintas razones, ha tenido
que seguir una dieta estricta en determinados momentos de su vida. Si bien
podemos perder grasa o bien gozar de una vida más saludable, realizar una dieta
estricta puede tener algunas desventajas. Aprende cuáles son.
Fracaso de la dieta.
Uno de los hándicaps de las dietas algo extremas es que pueden llegar a
fracasar en un alto porcentaje. Así, podemos estar días siguiendo una dieta sin
sentido que no nos aportará nada bueno. Haz que las dietas estén siempre
controladas por especialistas, médicos o nutricionistas, con el fin de llevar
un control y adaptarse a las circunstancias personales de cada individuo. Pos este motivo, se recomienda la supervisión de de profesionales para llevar a cabo una dieta nutrigenética, que esté basada en la personalización de la misma en base a la tu propia genética, para asegurarnos su efectividad.
Efecto yo-yo o rebote.
Además de no ser efectivas, algunas dietas pueden parecer buenas al principio y
ejercer un efecto rebote después. Ello consiste en, una vez acabada la dieta, comer
más que antes y, como consecuencia, engordar y aumentar quilos. De esta manera,
no solo se han ganado los quilos que se habían perdido, si no algunos más. Es
esencial realizar una dieta mantenimiento una vez hemos llegado al peso que
queremos, tras acabar la dieta. Y ello solo se consigue con ejercicio y una
supervisión profesional exhaustiva.
Dieta con pocas calorías y nutrientes.
Para tener una vida saludable, es necesario nutrirnos correctamente. Muchas
dietas estrictas pueden ser perjudiciales al no ofrecer las proteínas
necesarias para el cuerpo de una persona. Esto puede tener algunas
consecuencias negativas, como enfermedades y una mala nutrición a la larga.
Además, cada persona es distinta y debe estudiarse el metabolismo del paciente
para asegurar que se alimenta correctamente, pese a hacer dieta.
Aburrimiento.
Las dietas muy estrictas provocan un cierto aburrimiento. Son monótonas, al
comer siempre la misma cantidad de alimentos y con poca variedad. Por lo que
una gran parte de los usuarios acaba por renunciar y dejar la dieta antes de lo
establecido.
Falta de motivación.
Si hacemos una dieta por nuestra cuenta, no podrá planificarse debidamente.
Necesitamos unos objetivos claros que deben ser superados para estar motivados
día a día. De lo contrario, la falta de motivación provocará que abandonemos la
dieta al poco tiempo.
Recuerda que, para que una dieta funcione, es necesario
combinarla con algo de ejercicio, con el fin de movernos y contribuir a unos
mejores hábitos diarios. ¿Has hecho dieta alguna vez?
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